DUALISMO EXISTENCIAL Y DESCARADO

viernes, 12 de marzo de 2010

Realidades


Existe una sola realidad unificada no solo etimológicamente sino también en la concepción individual que cada uno tiene?

O será un criterio unificado solamente para que todas las personas que formamos parte de esa realidad la aceptemos y la incorporemos como un rasgo grupal que nos permite un sentido de unidad?

Nuestra realidad condiciona nuestras metas, nuestras reglas, nuestros valores, por tanto condiciona nuestra conducta. Y qué pasa si yo asumo la creación de mi propia realidad a partir de mí misma sin considerar los factores externos? Cuando me refiero a mí misma estoy hablando de mis instintos, mis necesidades, mis deseos condicionados por mi naturaleza. Mi naturaleza soy yo misma, no debe ser contradictoria a lo que yo reflejo desde el punto de vista conductual, por lo tanto si me comporto de acuerdo a mi naturaleza, aquella que se halla impresa en mi ADN y que “grita” aclamando su libertad inherente desde la perspectiva de los deseos, si la escucho y le obedezco estaré siendo congruente conmigo misma y descubriendo la naturaleza esencial que me constituye.

Ahora bien, un planteamiento que refuta fácilmente mi propuesta es la realidad de vida social en la que estamos inmersos, mis actos repercuten directamente sobre otros, mis acciones si son certeras crearán efectos positivos en aquellos que se hallan en mi campo de acción en tanto que las negativas producirán el espectro oscuro que nos han hecho pensar como desagradable, malo, feo, pecado, soberbio, inhumano y egoísta.

Pero no es necesario el espectro oscuro para lograr la perfección del color? No es cierto que necesitamos de experiencias “negativas” para modelar nuestra visión de mundo y de seres humanos? Si es así por qué no se acepta simplemente que toda realidad es perfecta, y que la repercusión de mis acciones es tan solo una proyección de esa perfecta realidad de que nos valemos para evolucionar y crecer en aspectos diversos de la vida. Al parecer aún el efecto más desdichado de nuestras vidas puede traer consecuencias posteriores que nos modifiquen positivamente. Uno de estos días conversando amenamente con un amigo, este me decía:- “no puedo actuar sin pensar en los demás porque imagínate qué desagradable que solo porque se me antoja valla yo a quemar tu casa- te gustaría eso? Pues claro que no, ha de ser doloroso y triste enfrentarse a situaciones que ponen a prueba tu estabilidad espiritual, física y emocional de manera súbita, sin preparación alguna para la tragedia, pero es a la vez el mecanismo probador de mi capacidad de creación aún bajo circunstancias que resulten aterradoras y desalentadoras, quizá así descubra que todo lo que necesito para estar bien, está dentro de mí y no en ese espacio exterior condicionado a necesidades creadas por otros y no por mí, una vez que estoy de cara a cara con la realidad descubro que vivo en la creación de otros. Que sigo el juego dentro del cual soy solo un muñequito más, pero que aún fuera de ese juego seguro y lleno de aspectos importantes, para mí no son esenciales, son solo una creación de aquel que necesitaba crearla en ese momento y yo entré finalmente a jugar una partida segura dentro del mundo del creador, pero solo cuando pierdo todo me doy cuenta que esas necesidades esos valores- esas reglas no están dentro de mi sistema propio, y solo así empiezo a descubrir quién soy y cuáles son mis capacidades.

No podemos actuar en pro de seguirle el juego a la realidad porque de ser así jamás llegaremos a ser conscientes de nosotros mismos, nuestra realidad es interna, se descubre con la introspección consciente y se podrá comparar y definir entonces en ese momento si la que vivo y la que siento son compatibles. De ser así, genial, vives una realidad totalmente real para vos. Pero si no es así sos solo un muñequito de paint ball jugando bajo la observación de los creadores del juego de las necesidades los pecados y las virtudes.

Para que voy a contener mis acciones en pro de los demás, para no afectar su estabilidad o felicidad? mentira, lo hacemos por temor, por condicionamiento, por ese maldito miedo que nos enseñan a sentir en pro de mantenernos dentro de las reglas del juego de la manera correcta, para que no se pierda el poder.

La generación de mis acciones debe reflejar mi naturaleza. Claro que este reflejo auténtico solo debe darse en aquellos que cuentan con un nivel de conciencia o inteligencia mayor a la media, el porqué no lo discutiré en este apartado si no a posteriori. Partamos del hecho que mi naturaleza es buena, positiva, iluminada y yo logro inducir el conocimiento hasta vivirlo con plenitud, entonces mis acciones serán positivas para mí y para mi entorno, aún con las consecuencias “negativas” que se desprendan de ella según lo pensarán aquellos que no asumen la responsabilidad de su propia existencia, actuar a partir de mi mismo y mi naturaleza es lo correcto si se hace con ese afán de constructivismo positivo.

No puedo actuar por solidaridad si ni siquiera comprendo quien soy yo misma, con quien estoy siendo solidaria entonces? con la realidad ajena que estoy imaginando? Porque al no vivirla, tan solo la imagino. Juzgo realidades ajenas para crear la propia, ese concepto me resulta complejo y bizarro, desviado totalmente del fin de mi existencia.

Por qué somos fieles con nuestra pareja por ejemplo? Porque no le quiero causar daño, porque es pecado, porque si se diera cuenta de mi traición se sentiría triste, defraudado, traicionado. Todos estos argumentos me resultan superfluos y condicionados, no puedo avocarme a una decisión solo por ideas tan vagas y “alineadoras “ entiéndase este término como la acción de alinear conductualmente un grupo de personas para que entren adecuadamente dentro de una espacio social algo así como alinear las ovejas o las vacas para que entren al corral siempre habrá una desobediente que se quiera dar a la fuga y esa siempre recibirá un castigo, qué curioso es la más auténtica, la más pura de convicciones, la que sigue sus instintos y sin embargo la desobediente y mal portada que puede incluso desordenar el resto de ovejitas.

La fidelidad es aquella que aplicamos a nosotros mismos, la que nos hace ser seguidores de esa realidad que llevamos impresa y que aún mediada solo por el instinto es lo que realmente me constituye, que no podemos ser solamente instintivos porque estaríamos dejando de lado siglos de evolución humana para desarrollar un nivel de razonamiento que nos permita evadir los errores y actuar de modo más exitoso, pues claro que no la podemos obviar, pero es precisamente ese razonamiento superior el que me permite entender que mi esencia es sentida no razonada, precisamente por este rasgo diferenciativo es que aspectos de esta índole no han de ser comprendidos por una mayoría, todo lo contrario, solo por individuos que fusionando los niveles de evolución de la conciencia lo logren entender, la perfección no está en el razonamiento per se, si no en la fusión de mi instinto, mi condicionamiento y mi razón, la unidad es perfecta cuando la mezcla es perfectamente homogénea sin grumos sin partículas sueltas, sin debilidades aisladas en mi totalidad , al fusionarnos cada parte de mi tiene esa proporción perfecta que dicta la estabilidad individual, la suma perfecta de esas perfectas imperfecciones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario